
Sus obras musicales son vocales, es decir, son para ser cantadas sin instrumentos, y tienen un carácter espiritual y religioso.
Aunque Tomás L. de V. es un compositor del Renacimiento, se aprecia su influencia en la música del Barroco (siglos XVII y XVIII) y en compositores del Clasicismo como Mozart.
Entre sus obras más famosas podemos citar Officium Defunctorum (un título un poco raro que está en latín). Se trata de una música compuesta para cantar en la Semana Santa.
Tomás L. de Victoria falleció en Madrid en 1.611, por lo que este año se cumple el 4º centenario de su muerte.

Reportaje elaborado por: Laura Martín, Daniel Jiménez y Laura Herráez.