Vamos a hacer un largo viaje, pero no nos iremos muy lejos, sino que vamos a viajar atrás en el tiempo. Vamos a conocer dos zonas, cercanas a Ávila, en la que vivieron nuestros antepasados y nos han dejado su "huella" en forma de pinturas rupestres y un dolmen de enterramiento. Seguidnos en el viaje.
Lo primero que vamos a conocer son las pinturas rupestres de Peña Mingovela (o Mingubela) de Ojos Albos. Este pequeño pueblecito de Ávila se encuentra a unos 15 kilometros de la capital. Para llegar al mismo se ha de coger la carretera que une Ávila con Segovia (N-110), y trás cruzar el viaducto del rio Voltoya sale el desvio para el pueblo.
Lo primero que vamos a conocer son las pinturas rupestres de Peña Mingovela (o Mingubela) de Ojos Albos. Este pequeño pueblecito de Ávila se encuentra a unos 15 kilometros de la capital. Para llegar al mismo se ha de coger la carretera que une Ávila con Segovia (N-110), y trás cruzar el viaducto del rio Voltoya sale el desvio para el pueblo.
Una vez alli lo mejor es preguntar a algún vecino, ya que no hay señalización alguna que nos indique la dirección, al margen de una pintada en el suelo en la misma puerta de la finca donde empieza el camino a pie.El camino a pie es bastante cómodo y se ha de seguir siempre recto, sin desviarnos, hasta cruzar una nueva puerta que nos lleva por una cuesta abajo hasta el cauce de un pequeño riachuelo. Una vez alli y trás subir por el mismo camino un pequeño tramo aparecerá, a nuestra derecha el abrigo en que están las pintutas, que será fácil de ver porque hay un cartel que sirve de información.
Una vez en el abrigo podremos observar una serie de pinturas que nos harán trasladarnos en el tiempo, hasta llegar al momento en que, algunos de nuestros antepasados eligieron ese lugar, para dejarnos dibujado en la piedra como era su vida. Podremos, con imaginación, ver figuras humanas y también animales de diferentes colores, aunque el predominante es el rojo. Veremos figuras que tendremos que imaginarnos lo que representan e incluso alguna escena de la vida cotidiana de los antiguos habitantes de este lugar. No debemos de olvidarnos que estamos en un lugar único y muy valioso, por lo que como tal se ha de tratar, ya que si tocamos las pinturas o las manchamos podrían desaparecer.
Ahora vamos a conocer como eran las tumbas de los hombres de la prehistoria, y para ello vamos a acercarnos a otro pequeño pueblo que está a 5 kilómetros de Ávila. Este pueblecito es Bernuy-Salinero y para lllegar se ha de coger la carretera antigua entre Ávila y El Espinar (AV-500). Al llegar al pueblo un cartel nos anuncia donde se encuentra el Dolmen del Prado de las Cruces. Nos encontraremos con una valla donde se ha de dejar el coche y continuar a pie unos 600 metros hasta dar con el dolmen (hay que cerrar la puerta).
Cuando lleguemos al mismo lo primero que hay que tener en cuenta es que tiene entre 4.000 y 6.000 años ( IV-II milenio a.C). Este dolmen fué una zona de enterramiento colectivo en la que se observan muy bien sus partes:
- La puerta: la zona de entrada que se tapaba cuando el dolmen se usaba.
- El corredor: es el pasillo que antiguamente estaba cubierto con enormes piedras.
- La cámara circular: es la zona de enterramiento. Además del cuerpo se dejaba el ajuar, que eran objetos personales. Esta camara también estaba cerrada.
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