El lunes siguiente al lunes de Pascua, en Cabezas del Villar es un día festivo, se celebra el "lunes de aguas".
Comienza la fiesta con la celebración de la santa misa en honor a la Virgen del Villar. Después se saca a la Virgen en procesión y se subastan árboles los cuales han sido adornados con naranjas y rosquillas de bate, por cada puja se recibe un huevo cocido. Se lleva el árbol el que haya pujado más alto.
Por la tarde se reunen en la plaza a comer el huevo que previamente ha sido cocido con la raíz de una planta autóctona y que le aporta un color rojizo, son los padrinos los que regalan el huevo al niño y después de comérsele continua la fiesta con baile.
La tradición del huevo duro de semana santa se debe a que hace siglos el huevo se consideraba como carne y no se comía en cuaresma, pero como las gallinas seguían poniendo y había excedente, al acabar la abstinencia, había que comerse los guardados.